Me cae bien el “Yoyas”, de nombre “Cal.los” (pronúnciese tal cual). Destaca por su autenticidad entre todos los personajes que pululan por el mundo de la televisión, la mayoría de ellos auténticos “freakes”, criaturas catódicas que viven por y para la televisión. El “Yoyas” es un joven de l’Hospitalet de Llobregat que se dio a conocer en la segunda edición de “Gran hermano”, por la famosa palabrita y por la perfección de su dicción quinqui-callejera. Ese castellano arrabalero, andaluzado y carcelario que tanto popularizaron grupos como Los Chichos o Los Chunguitos en su momento.
El caso es que Jordi Évole, el “follonero” de Buenafuente, lo ha fichado para su programa. Y resulta que detrás de una persona de fachada aparentemente frívola se esconde un alma de poeta, un contertulio con juicio y sentido común, una persona que dice cosas interesantes y razonables. Y todo ello con el gracejo habitual de su hablar callejero y un sentido del humor muy agudo. Por todo ello quiero “romper una lanza a su favor”. Por eso y porque ha sido de los pocos que ha sabido pararle los pies a un personaje tan despreciable como Salvador Sostres. ¡Viva el “Yoyas”!
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