divendres, 23 de gener del 2009

Bravo Pe


Me he alegrado mucho con la nominación de Penélope Cruz como candidata al Óscar como mejor actriz de reparto. Su categoría artística solo tiene parangón con su belleza inmancillable. Y me alegro doblemente porque lo es por “Vicky Cristina Barcelona”, una excelente película de mi admiradísimo Woody Allen. Realmente es un filme en el que los actores y actrices están ciertamente en estado de gracia (cosa por otra parte habitual cuando dirige Allen). Bardem lo borda. Pero claro, el ya tiene un merecido Óscar por su “papelón” en “No es país para viejos” de los Cohen. Y tanto Rebecca Hall, guapísima, como Scarlet Johanson, sensual, rayan a gran altura. Además que sea una producción de una empresa audiovisual con sede en Catalunya es otro motivo de orgullo. Si no la han visto, véanla, seguro que les encantará.

dijous, 15 de gener del 2009

La crítica a Israel ha de ser más ponderada


No pertenezco ni mucho menos al “lobby” sionista catalán (dicho con todos los respetos), pero soy de los que opinan que se están cargando demasiado las tintas periodísticas y de la opinión pública contra Israel. Partiendo de la premisa de que la única solución al conflicto pasa por la creación de un Estado palestino y por su convivencia pacífica con otro hebreo, creo que es excesivo presentar a los judíos como poco más o menos que los continuadores naturales del holocausto. Y hay gente que está en esa tesitura.
Todos lamentamos las muertes de niños e inocentes. Pero no podemos ponernos una venda anta la realidad. De entrada, hay que señalar que el origen de las actuales hostilidades son los ataques de Hamas a la población civil del sur de Israel. No lo dice Olmert, lo dice el propio ministro de asuntos exteriores palestino. Es un hecho incuestionable. Y, por otra parte no podemos perder la perspectiva de que Hamas es una organización terrorista que no duda en utilizar a sus propios compatriotas como escudos humanos o provocar el terror con un atentado suicida siempre que puede. No caigamos en el maniqueísmo fácil y en lo políticamente correcto.