dijous, 28 de febrer del 2008

Siempre Loquillo

No es bueno que te hagan homenajes. Porque ello probablemente signifique que has fallecido o que estás a punto de hacerlo. Pero creo que la ciudad de Barcelona tiene una deuda pendiente con José María Sanz, Loquillo, el rockero de El Clot. Ya que se dedican rutas turísticas a la Barcelona anarquista o a al legado que los judíos dejaron en la ciudad, por poner dos ejemplos, creo que tendría gancho comercial una ruta que pasara por algunos de los escenarios en que Loquillo situa sus canciones: el bar Merbeyé ("en la ladera del Tibidabo"), la extinta Avenida de la Luz, su barrio natal de El Clot, la Modelo, el Parque de Cervantes, el rompeolas. Sus seguidores nos conformaríamos con que tocara en nuestra ciudad para la Mercè. Muy pronto estrena disco. También algún alcalde metropolitano podría tener el detalle de contratarlo para su fiesta mayor. Me resulta violento que se halle en una especie de exilio artístico en Donosti. Barcelona no puede ser su espina clavada. La ciudad le debe mucho a él y a Los Trogloditas, su banda de rocanrol. Como diría el propio Loquillo, reivindiquemos la Barcelona charnega y mestiza, la del Gato Pérez, Los Sirex, Paco Candel, Juan Marsé o el poeta Rabinad. Quién dice que el rocanrol en castellano no es cultura catalana. Sin duda, algún miope con mala baba.